Planifica tu visita
CAGARRUTERO en Miguel Delibes:
Castilla habla
Y el conejo, pongo por caso, es muy rutinero, siempre hace el mismo camino, las mismas paradas y, para ir a ensuciar nunca cambia de cagarrutero.
El último coto
Otra cosa es el cepo, ingenio que apresa al que lo pisa. Este sistema de caza sí que hay que ponerlo en práctica con cuidado, ya que si se coloca en los vivares o en las veredas o cagarruteros de los conejos, el 95 % de las víctimas serán conejos, pero si se coloca en terrenos de todos, lo mismo puede caer en él un gazapo que un garduño, una becada o una perdiz. El cepo viene a ser entonces algo (...)
Lugar donde hacen sus necesidades los conejos con cierto hábito. También llamado “majada”. Tanto las cagarrutas como el orín de los conejos domésticos eran empleados por los labradores para abonar el campo. El orín tiene mucho amoniaco y fermenta las cagarrutas. Todo ello juntado con paja se echaba a las tierras, con el inconveniente de que genera mucho forraje.
(Diccionario del castellano rural en la narrativa de Miguel Delibes)