Rincones del Canal de Castilla en la provincia de Valladolid

2023
Rincones del Canal de Castilla en la provincia de Valladolid
Qué ver y cómo recorrer los dos ramales del Canal de Castilla que discurren por la provincia de Valladolid.
Texto y fotografías: Javier Prieto Gallego / Diputación de Valladolid. Patronato de Turismo.
Recorrer el trazo rectilíneo de esta impresionante obra hidráulica es emprender un viaje lleno de evocaciones y singulares paisajes. Es, también, una buena oportunidad para detenerse en la larga lista de pueblos y monumentos que se descubren junto a él.
El Canal de Castilla en otoño.
Seguro que a estas alturas ya has oído hablar en alguna ocasión del Canal de Castilla. O tal vez te hayas cruzado con él en alguno de tus viajes. A simple vista, es un larguísimo canal de aires añejos por el que circula el agua y que atraviesa, de norte a sur, las provincias de Palencia, Burgos y Valladolid. Pero entre sus paredes no solo circula agua, también una extraordinaria historia llena de imaginación, tenacidad y esfuerzo que tal vez no conozcas tanto.
Para empezar a situarte, es preciso que pienses en ese canal como pensamos ahora en las autopistas. O en el AVE. Prácticamente desde los Reyes Católicos, los gobernantes soñaban con trazar canales por la Península que, mediante barcas, sirvieran para aligerar el transporte de gentes y mercancías. A su modo de ver, esa era la mejor forma de solucionar el pésimo estado de los caminos que había entonces, mal trazados y prácticamente inutilizables cuando se embarraban durante el invierno. Hay constancia de que Carlos I ya tenía en mente la posibilidad de un canal que uniera la meseta con el Cantábrico. Y Felipe II fantaseaba con hacer llegar barcos a través del Duero o del Pisuerga hasta el corazón de Castilla. El caso es que, por unas u otras razones, los intentos de llevar a cabo esos proyectos acababan siempre en un cajón.
Incio del Castilla y León en Alar del Rey. Palencia.
Y es así cómo, al alcanzar el siglo XVIII, en un momento de gran intensidad política, financiera y cultural, en conjunción con una tecnología que ya permitía acometer proyectos de este calibre, aquel sueño nunca realizado se convierte en una de las obras públicas más ambiciosas llevadas a cabo en España durante la Ilustración. También en una de las mayores pesadillas jamás imaginadas para quienes se empecinaron en sacarlo adelante: durante casi 100 años, entre 1753 y 1849, el empeño de trazar aquella auténtica carretera fluvial que llegara desde el corazón de la meseta hasta el mismísimo puerto de Santander para sacar por allí las mercancías que se pudrían en los graneros de Castilla se vio envuelto en una maraña de imprevistos, diferentes reinados, despropósitos, guerras, pestes y catástrofes.
El barco Antonio de Ulloa navega en la actualidad por el Ramal de Campos del Canal de Castilla.
Para colmo, apenas treinta años después de rematado, el ferrocarril se reveló como el medio de locomoción más rápido y eficaz jamás inventado. Empezó entonces una larguísima agonía que culminó con el cierre definitivo de la navegación por el canal en 1955.
Al final, la imposibilidad de salvar la Cordillera Cantábrica forzó a que el canal tomara sus aguas del río Pisuerga en la localidad de Alar del Rey para dibujar sobre el terreno una larga Y invertida de 207 kilómetros de longitud y tres brazos, sus tres ramales: el Ramal Norte, entre Alar del Rey y Calahorra de Ribas; el Ramal de Campos, entre Calahorra de Ribas y Medina de Rioseco; y el Ramal Sur, entre la esclusa del Serrón, en Grijota, y Valladolid.
Dársena del Canal de Castilla en Valladolid.
EL CANAL DE CASTILLA EN LA PROVINCIA DE VALLADOLID
Hechas las presentaciones, es hora de ponerse manos a la obra… una obra que, como has visto, está considerada como un valioso conjunto de patrimonio industrial que merece la pena recorrer y descubrir con calma.
Para empezar, tienes que saber que todo el trazado del canal se encuentra acompañado por los caminos de sirga, las sendas desde las que mulas y bueyes ayudaban a las barcazas a ganar velocidad. Estos caminos, que discurren en paralelo por ambas márgenes, son hoy uno de sus principales atractivos. Recorrerlos a pie o en bicicleta, en cualquier momento del año, es una experiencia que se disfruta con todos los sentidos. De hecho, la vegetación y la fronda que lo acompaña se han convertido en una suerte de oasis vegetal en medio de las llanuras cerealistas, especialmente abundante en especies animales y vegetales, particularmente de aves (así que no olvides tus prismáticos si vas a transitar por ellas).
Cencellada y niebla en el Canal de Castilla, cerca de Medina de Rioseco.
Como te decíamos, en la provincia de Valladolid finalizan -o empiezan- dos de sus tres ramales, el Ramal de Campos, en Medina de Rioseco, y el Ramal Sur, en Valladolid.
El Ramal de Campos
Tiene un recorrido de 78 km y 7 esclusas. Comienza en Calahorra de Ribas, en la provincia de Palencia, y continúa por la comarca de Tierra de Campos hasta Medina de Rioseco. En la provincia de Valladolid el canal entra a la altura de Villanueva de San Mancio, en cuyas proximidades se localiza la esclusa sexta de este ramal.
Ruinas de almacenes y fábrica de harinas en la esclusa 6º del Ramal de Campos.
Quinientos metros agua abajo, justo a mitad de paseo entre esta esclusa y la siguiente, se localiza una de las obras auxiliares más relevantes de cuantas fue necesario realizar para posibilitar su navegación. Se trata del acueducto que permite que las aguas del canal sobrevuelen las del río Sequillo, que le cruzan por debajo. No dejes de bajar por las escaleras que permiten contemplar la enormidad de esta construcción. Si no está muy encharcado, incluso es posible cruzar andando por debajo del canal para pasar de una de sus orillas a la otra.
El acueducto del Sequillo, cerca de la séptima esclusa, permite el cruce de este río con el Canal de Castilla.
Continuando por la sirga, 500 metros más adelante se localiza, junto a los restos de una vieja fábrica de harinas, la séptima esclusa, la última de este ramal. Su recuperación hace ya unos años, con la instalación de compuertas semejantes a las que tuvo en su momento, ha permitido que los barcos puedan volver a navegar por el canal como antaño. De hecho, una de las mejores formas de disfrutar de toda esta impresionante obra de ingeniería es apuntarse a los viajes en barco que desde la dársena de Medina de Rioseco llegan hasta aquí y completan la operación del llenado de la esclusa, elevando la embarcación para que pueda continuar por el siguiente tramo.
El barco Antonio de Ulloa en la esclusa séptima del Ramal de Campos.
Nueve kilómetros aguas abajo se alcanza la dársena de Medina de Rioseco, donde finaliza este ramal. Junto al ensanchamiento, pensado para que las barcazas pudieran dar la vuelta sin chocar unas con otras, se conservan los almacenes donde se guardaban las mercancías y la enorme fábrica de harinas San Antonio.
Fábrica de harinas San Antonio, en la dársena de Medina de Riosceo.
Al lado del almacén nº 2, se localiza el Centro de Recepción de Viajeros (tel. 983 70 19 23) y el punto de partida de los viajes que realiza el barco Antonio de Ulloa por el Ramal de Campos.
Centro de Recepción de Viajeros.
Existen dos modalidades de viaje. De una hora de duración y otra de dos horas y media. Esta última es la que lleva hasta la esclusa séptima del canal. Eso sí, para asegurarse de las plazas disponibles es imprescindible consultar antes los horarios en el Centro de Recepción y hacer las reservas correspondientes. Dependiendo de la época del año, también es posible contratar un variado catálogo de actividades relacionadas con el canal (piraguas, bicicleta, senderismo…).
Maquinaria de la fábrica de harinas San Antonio.
No dejes de visitar tampoco la fábrica de harinas San Antonio, en un excelente estado de conservación y que es posible recorrer de la mano de las interesantes visitas guiadas que muestran toda la maquinaria y el laborioso proceso que se seguía para la fabricación de harinas en el siglo XIX.
Y, por supuesto, deja tiempo para el impresionante legado monumental (y disfrute gastronómico) que atesora Medina de Rioseco.
Calle porticada de la Rúa Mayor. Medina de Rioseco.
El Ramal Sur
Tiene 54 km y 18 esclusas. Este brazo del canal enlaza las capitales de Palencia y Valladolid. Hay testimonios que aseguran que el transporte de pasajeros en barco entre ambos puntos llevaba, en su momento, hasta ocho horas de navegación. Hoy el canal discurre por el medio de un ajetreado corredor de comunicaciones que comparte como puede con autovías, trenes, carreteras y un río Pisuerga que discurre paralelo y muy cercano en muchos puntos. Esta última circunstancia brinda muchas oportunidades para observar la rica avifauna que pulula en las orillas de ambas corrientes.
El Canal de Castilla frente al monasterio de Santa María de Palazuelos. Cabezón de Pisuerga.
Desde luego, una de las mejores formas de disfrutarlo en recorriendo a pie o en bicicleta sus sirgas. En este tramo están transitables sus dos orillas, con la ventaja de que encontramos numerosos puentes que ofrecen la posibilidad de acercarse hasta los pueblos y rincones de interés que abundan en el entorno cercano del ramal. Si te gusta la bicicleta, puedes aprovechar que la red ciclista europea EUROVELO 1 a su paso por Castilla y León discurre en esta zona, precisamente, por las orillas del canal.
Interior de una bodega tradicional visitable en Cigales.
Otro hecho reseñable, es que este brazo del canal se abre paso por el mismísimo corazón de la Denominación de Origen Cigales: es decir, atraviesa un paisaje de pueblos, bodegas y viñedos íntimamente ligado a la llamada “cultura del vino”. No dejes de consultar la página de Ruta del Vino Cigales para descubrir la enorme oferta de experiencias, alojamientos, delicias gastronómicas, bodegas visitables o pueblos con encanto que la conforman.
Para ponerte un poco los dientes largos, aquí simplemente te reseñamos que no deberías pasar por alto la visita a lugares como Trigueros del Valle, con su castillo o sus casas cueva; Cigales, corazón de esta denominación –no dejes de visitar su bodega tradicional musealizada-; Cabezón de Pisuerga o Fuensaldaña. Y, por supuesto, no dejes de degustar la gastronomía de esta zona en alguno de los restaurantes que encontramos en varias de estas localidades ubicados en las bodegas subterráneas que en otro tiempo se utilizaron para la elaboración del vino.
Nave central de la iglesia de Santa María de Palazuelos.
Otro rincón memorable cercano al canal y a Cabezón de Pisuerga es el monasterio cisterciense de Santa María de Palazuelos. Sus piedras tienen como telón de fondo, nada menos que las impresionantes paredes calizas de los Cortados del Pisuerga, cuyos tonos rojizos lucen especialmente bonitos al atardecer para conformar uno de los paisajes singulares más destacados de la provincia de Valladolid.
Cortados del Pisuerga.
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