Caminos a Santiago
Caminos a Santiago
"Tres rutas, un camino"
Por la Provincia de Valladolid transitan tres vías de peregrinación a Santiago de Compostela donde conviven paisaje, arte, historia y cultura. Quienes vadean el centro peninsular en su camino a Santiago desde Madrid, Levante o el Sureste cruzan las arterias de espiritualidad que alberga la provincia.
Cuando en el S.IX en una cripta del monte Libredón se descubrieron los restos del apóstol Santiago y de sus discípulos Teodoro y Atanasio (lugar donde se alza hoy la Catedral de Santiago), la noticia fue extendiéndose y creándose una corriente humana como nunca se había conocido en Europa. Personas de todas partes comenzaron a acudir a Santiago como lugar sagrado a venerar los restos del apóstol “per agrum”, es decir, por el campo. De ahí viene el nombre de peregrino.
Estos primeros peregrinos, paso a paso, iban llegando a Santiago por diferentes caminos con el fin de satisfacer el empeño, expiar pecados o cumplir promesas. Así es como se germinó el fenómeno de las peregrinaciones como una forma de ascensión espiritual y perfeccionamiento en la práctica del cristianismo.
Todo ello en un contexto histórico en el que el hallazgo sirvió como elemento catalizador que aunó voluntades entre los distintos reinos cristianos y elevó la moral de un bando hasta entonces en continua retirada frente al empuje islámico.
En los siglos IX y X los primeros peregrinos fueron reyes, abades y monjes. A partir del siglo XI comienza la época dorada de las peregrinaciones a Compostela. Desde Francia, Italia centro y este de Europa y por supuesto toda Hispania llegaba a pie, a caballo o en barco. Ya en los preludios de las peregrinaciones la hospitalidad fue una seña de identidad, donde la acogida al peregrino era y es un aspecto fundamental de la experiencia.
El Camino, como vía de peregrinación a Santiago, ha perdurado a pesar de las vicisitudes del correr de los siglos donde se han vivido prolongados períodos de hambre, crisis económicas y de pensamiento al igual que importantes reformas que favorecerán la reactivación del Camino de Santiago sobre todo en los años santos.
Actualmente, el peregrino se encuentra con una experiencia tradicional a Santiago convertida en un fenómeno transversal: por una parte espiritual y ecuménico, pero también abierta al conocimiento, a la amistad y la comprensión mutua. A todo ello se suma la contemporaneidad de los medios de transporte, las comunicaciones y amplitud de servicios que el peregrino encuentra a su paso hasta Santiago.
A diferencia del pasado, donde el Camino se realizaba por motivos estrictamente religiosos, en el presente se agregan también motivos culturales, deportivos, desafíos personales, sin perder de vista sus orígenes.