Castillos y Fortalezas

Castillos
"Un museo al aire libre"

Nuestro viaje al pasado encontrará la cálida acogida de villas y ciudades que han preservado su herencia patrimonial para ofrecerte lo mejor de sí mismas.

Descubre sus tradiciones, su riqueza gastronómica y enológica, su folklore, su artesanía... en un entorno singular y diverso que constituye un museo al aire libre de la historia.

¡Puedes convertirte en el próximo protagonista de esta historia!

La provincia de Valladolid atesora un gran número de imponentes castillos, fortalezas y recintos amurallados donde pasado y presente se fusionan para dedicarte una experiencia épica.

Fortalezas de origen romano, como la de San Pedro de Latarce, castillos que atesoran valiosos archivos y documentos desde hace siglos, como el de Simancas, e incluso un castillo convertido en el Museo del Vino Provincial, en Peñafiel.

Transfórmate en el protagonista de esta historia a través de las fabulosas recreaciones y fiestas históricas, las diferentes visitas guiadas teatralizadas, animados mercados históricos y muchas aventuras más.

Un poco de historia

Estas tierras, habitadas desde los tiempos prehistóricos, acogieron a las legiones romanas, albergaron asentamientos celtibéricos; durante la Edad Media fueron testigo de las batallas fronterizas entre los reinos de Castilla y de León y, más tarde, de los enfrentamientos civiles protagonizados por monarcas y grandes señores.

Desde mediados del siglo XV, Enrique IV reforma y amplía los castillos de Portillo y de La Mota de Medina del Campo, creando un modelo tan imitado durante toda la centuria que llegó a constituir un estilo característico, la llamada Escuela de Valladolid.

Pronto, los grandes nobles contestan a la moda iniciada por el monarca vallisoletano: Torrelobatón, Peñafiel y Fuensaldaña comparten semejanzas en sus entradas por el puente levadizo, sus accesos con pasillo en doble codo y sus celdas intramuros.

Nobles y letrados enriquecidos de origen frecuentemente judeo-converso o humilde, adquieren señoríos y levantan castillos residenciales, que reproducen a escala los grandes modelos: en la planta cuadrada se alza la poderosa torre del homenaje de interior palacial, cuya altura es igual al lado del recinto y al doble de la altura de éste, lo que la convertía en la dominante y más fuerte, donde el castellano o gobernador hacía juramento de guardar fidelida y de defender la fortaleza con valor.

Los resultados son magníficos y las estudiadas proporciones confieren a las edificaciones un aspecto sólido y majestuoso. Interiormente imitan la estructura de los palacios urbanos vallisoletanos, con suntuosos patios porticados, en torno a los cuales se articulan ordenadamente estancias residenciales, almacenes, cuadras y dependencias para el servicio.

Existieron muchos más castillos, murallas y torres vigía en la provincia de Valladolid, aún así hoy se conserva un gran número de ellos, portadores de historias y leyendas que no te puedes perder.