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La vieja Torre de las Aldegüelas buena torre es porque desde allá arriba, acostada en la ladera, sigue vigilando el paso del Duratón a través del valle. Al río sólo se le intuye, tal es el fragor vegetal que medra en sus orillas (chopos altivos, fresnos generosos y prados que presumen de amarillo cereal o verde y rojiza vid).
Parte de la uva del lugar reposa meses después bajo tierra, en las numerosas bodegas que asoman sus bocas e invitan a buscar quién las abra. Galerías abiertas en roca que, en la superficie presume piedra sobre piedra de una recoleta iglesia donde algunas paredes están pintadas y un arco de ladrillo desafía con su roja arcilla a la roca madre.
- Referencias de Delibes