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La provincia de Valladolid ostenta el privilegio de albergar el mayor número de castillos de todas las provincias españolas: desde fortalezas de origen romano, como la de San Pedro de Latarce, hasta castillos que atesoran valiosos archivos y documentos desde hace siglos, como el de Simancas, cuyo fondo documental es el más completo de nuestra memoria histórica de los siglos XVI al XVIII.
Estas tierras, habitadas desde los tiempos prehistóricos, acogieron a las legiones romanas, albergaron asentamientos celtibéricos; durante la Edad Media fueron testigo de las batallas fronterizas entre los reinos de Castilla y de León y, más tarde, de los enfrentamientos civiles protagonizados por monarcas y grandes señores.
Desde mediados del siglo XV Enrique IV reforma y amplía los castillos de Portillo y de La Mota de Medina del Campo, creando un modelo tan imitado durante toda la centuria que llegó a constituir un estilo característico, la llamada Escuela de Valladolid.
Pronto, los grandes nobles contestan la moda iniciada por el monarca vallisoletano: Torrelobatón, Peñafiel y Fuensaldaña comparten semejanzas en sus entradas por el puente levadizo, sus accesos con pasillo en doble codo y sus celdas intramuros. Nobles y letrados enriquecidos de origen frecuentemente judeo-converso o humilde, adquieren señoríos y levantan castillos residenciales, que reproducen a escala los grandes modelos: en la planta cuadrada se alza la poderosa torre del homenaje de interior palacial, cuya altura es igual al lado del recinto y al doble de la altura de éste.
Imagen en alta resolución. Este enlace se abrirá mediante lightbox, puede haber un cambio de contexto Los resultados son magníficos y las estudiadas proporciones confieren a las edificaciones un aspecto sólido y majestuoso. Interiormente imitan la estructura de los palacios urbanos vallisoletanos, con suntuosos patios porticados, en torno a los cuales se articulan ordenadamente estancias residenciales, almacenes, cuadras y dependencias para el servicio.
La Diputación de Valladolid propone con esta guía un recorrido por dieciocho fortalezas emblemáticas, que fueron escenario de algunos de los episodios más importantes de nuestra historia, y que ejemplifican el complejo proceso de repoblación y de desarrollo de villas y ciudades cuyo legado patrimonial da cuenta en nuestros días de su intenso pasado.
La fortaleza de Tordehumos, baluarte de la frontera entre Castilla y León; el cercano castillo-palacio de los Quijada en Villagarcía de Campos, donde pasó su infancia el futuro vencedor de Lepanto, don Juan de Austria.
Imagen en alta resolución. Este enlace se abrirá mediante lightbox, puede haber un cambio de contexto Las fortificaciones erigidas en la línea defensiva de los Montes Torozos: Villavellid, Urueña, Torrelobatón, Tiedra, Simancas y Mota del Marqués, en sus estribaciones occidentales. Fuensaldaña, Montealegre, Trigueros del Valle y Villalba de los Alcores, en el oriente de los páramos elevados.
Las fortalezas imponentes de Tierra de Pinares: el castillo de los condes de Miranda en Íscar, el de Portillo y el de la Mota en Medina del Campo, cuya barrera exterior, con cubos cilíndricos y galerías subterráneas, fue la más avanzada de su época.
Los castillos-palacio erigidos en el valle del Esgueva durante el siglo XV, por don Diego de Zúñiga en Encinas de Esgueva y por orden de Garci Franco de Toledo en Villafuerte. Y el imponente castillo de Peñafiel, del que fue señor el infante poeta don Juan Manuel, sobrino de Alfonso X el Sabio y autor de El Conde Lucanor.
Imagen en alta resolución. Este enlace se abrirá mediante lightbox, puede haber un cambio de contexto Nuestro viaje al pasado encontrará la cálida acogida de villas y ciudades que han preservado su herencia para ofrecernos lo mejor de si mismas a través de sus tradiciones, su riqueza gastronómica y enológica, su folklore, su artesanía... en un entorno singular y diverso que constituye un museo al aire libre de la historia.
Podremos ser privilegiados testigos del pasado a través de las recreaciones de episodios históricos en el "Asalto al castillo" de Trigueros, la "Conmemoración de la llegada de Juana I" a Tordesillas, el legendario "Requerimiento de las siete doncellas" en Simancas, el "Encuentro con el Medievo" en Tiedra, la "Semana Comunera" en Torrelobatón, o en el castillo de Íscar, la "Feria Medieval de maestro y aprendiz" o las visitas protagonizadas que nos convertirán en personajes del pasado.
O podremos relajarnos bajo las estrellas en los antiguos patios palaciales si asistimos a las "Veladas Musicales" que se celebran cada verano en los castillos de la provincia.
Ficheros disponibles
- Sancho IV de Castilla entrega al infante don Juan Manuel la villa y los recursos necesarios para construir un castillo sobre la fortaleza levantada en 1013 por el Conde de Castilla. El infante construirá las murallas de la villa (1307), de las que perduran cuatro cubos y algunos paños.
Castillo - Archivo General de SimancasSimancas
En el siglo XV Simancas pasa de la jurisdicción de Valladolid a la de los Enríquez, Almirantes de Castilla: serán los promotores de la construcción del castillo a partir de 1465. Edificado sobre una fortaleza preexistente, a ellos se debe el cuerpo principal, las torres y la barbacana; al este del castillo, de planta pentagonal, se conserva entre dos torreones la única puerta de esta época, hoy inaccesible.Castillo de la Mota de Medina del CampoMedina del Campo
Tiene su origen en la repoblación del siglo XI: se fortifica, independizándolo, el recinto de la vieja villa de "la Mota".Castillo de TorrelobatónTorrelobatón
En 1392 Alfonso Enríquez, futuro Almirante de Castilla, compra Torrelobatón y consigue la licencia de Juan II para edificar un castillo. La construcción debió comenzar en el primer cuarto del siglo XV. Su heredero, Fadrique, pierde la propiedad por apoyar a los Infantes de Aragón frente a Juan II, que la transfiere a Alonso Pérez de Vivero; y no la recupera hasta 1455, cuando regresa del exilio perdonado por Enrique IV. Construye entonces un nuevo castillo señorial aprovechando el ex...Castillo de MontealegreMontealegre de Campos
Sobre un reborde del páramo de los Torozos, el castillo se alza en el punto más elevado de un cerro dominando estratégicamente el territorio. Las primeras menciones datan de 967; en 1219 la Orden de San Juan de Jerusalén concede fuero a la villa y 6 años más tarde Sancho IV la entrega a don Alfonso de Meneses. A lo largo de la historia ha cambiado de propietarios: perteneció a la Merindad de Campos, fue lugar solariego de Juan Alonso de Alburquerque y señorío de los Guzmán, cuyo escu...- La repoblación de Íscar fue iniciada por Alfonso VI (1086): al amparo de la villa fortificada se crea una Comunidad de Villa y Tierra que fue alternativamente de los reyes de Castilla y de León hasta el siglo XIV, o de los señores de las casas de Lara y de Haro, hasta que Enrique II las dona a Juan González de Avellaneda (1371).
- La primera mención al castillo data de los tiempos de Sancho II de Castilla (siglo XI). Tras la separación de los reinos de Castilla y León, Tiedra formó parte del segundo.
- Prototipo de la Escuela de Valladolid es, sin embargo, fruto de las sucesivas etapas constructivas que se suceden a lo largo de casi 150 años. Fue edificado sobre una fortaleza preexistente probablemente construida por el infante Tello en el siglo XIV: a esta primera etapa corresponde la planta del recinto interior con arcos apuntados, bóvedas góticas y una curiosa torre en forma de 'D'.
Castillo de Encinas de EsguevaEncinas de Esgueva
En 1394 Diego López de Zúñiga, I señor de Béjar, compra la villa de Encinas, en la línea defensiva del Esgueva. Será él, señor también de Curiel donde quedan los restos de otro de sus palacios, quien construya el castillo.