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La salida de Tudela nos depara una sorpresa, pues al poco de iniciar el camino vemos, la derecha, una granja en la que no hay ni ovejas ni cerdos, sino jabalíes, dromedarios y camellos. Sin reponernos de la sorpresa el camino se eleva suavemente por la ladera del páramo hasta que nuestra vista sobresale por encima del mar de pinos para ver perfectamente el cerro de San Cristóbal y toda la línea del páramo que se extiende al Norte de Tudela. Seguimos a media ladera, pasando junto a las estribaciones descarnadas del páramo bien sujetas por los enormes piñoneros, hasta que llegamos a la casa Blanca. Aquí se inicia la subida a La Parrilla, gracias al valle abierto por el arroyo Sangüeño. Es una cuesta larga y suave, asequible a todos los públicos. Pasamos entre pinos, encinas y robles. También se muestran presentes las sabinas, aunque abundarán más conforme avancemos ruta. Es un valle muy bien protegido por sus laderas y monte. Los pinos siguen siendo muy grandes, destacando el perfil de sus copas. El arroyo suele traer agua, cruzamos un vado. Quedan restos de molinos. En la ladera de enfrente descubrimos sendas y trochas.¡Estamos en La Parrilla! Después de contemplar el paisaje desde el cerral, respostar un poco y saludar al santo patrón que es un hijo del pueblo, buscamos el depósito de agua para orientarnos y salir. Pero... ¡más nos valiera quedarnos! Cruzamos 4 kilómetros de precioso pinar de negrales que ostentan sus cicatrices resineras... pero también es un verdadero campo de dunas en el que se hace difícil avanzar. ¡Y no digamos si somos ciclistas! Pero como no hay mal que cien años dure, acabamos saliendo a una pista empedrada que nos lleva por el pinar de las Navas, luego cruzamos entre campos de labor rodeados de pinar con abundantes sabinas y enebros, y damos a la carretera. De nuevo pinos, bajamos a un soto de álamos y subimos -hay una fuente- a Montemayor de Pililla. Dejamos escrito en nuestro cuadernillo de notas que las cortezas y torreznos aquí elaborados son ¡excelentes! Los recomendamos. Dan fuerza. No tienen grasa de la mala y mucho menos química plástica.
Circular: Sí
Desnivel (m): 220
Dificultad: media
Época ideal: primavera, verano, otoño
Fuente: Sí
Tipo de ruta: a pie, en bici