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Otro maravilloso y peculiar paraje que tenemos muy cerca de Valladolid. El inicio de la ruta, con su cartel informativo, se encuentra en un camino junto a la carretera de Villabáñez. Podemos acercarnos por la parva del Canal del Duero. Entre el canal y el río pasamos junto a lo que fue Santa María de las Mamblas, o del Duero, una ermita dedicada a la Virgen que dataría del siglo X, cuando esta línea era de carácter defensivo en plena Reconquista. Al parecer, Almanzor la destruyó siendo después reconstruida y convertida en priorato religioso hasta la desamortización.
Seguimos cerca del canal para llegar al punto donde se cruza con el Duero, mediante un curioso acueducto y, un poco más adelante, vemos la pesquera y centralita de Villabáñez. Y nos introducimos en un lugar mágico: los Cortados de Peñalba, con sus colores y secciones que recuerdan una tarta de queso, sus alamedas junto al río, y la estrecha senda por la que pasamos. Buen lugar para estudiar geología.
Pasados los cortados, una chopera y praderas. En medio del río y en nuestra orilla, los restos de un viejo puente nos dicen que este lugar, antaño, estuvo muy concurrido. En Peñalba solo habita una familia y un buen rebaño de ovejas. Si nos quedara tiempo -pues las ganas no faltan- podemos acercarnos hasta El Pesquerón, otra zona maravillosa de prados, sauces y cortados aguas arriba, antes de llegar a la presa de Sardón.
La vuelta la hacemos por la Senda de los Aragoneses, camino que fue calzada romana. Nos miran las tres Mamblas, horadadas hasta hace pocos años para sacarles sus blancas entrañas de yeso.
Circular: No
Desnivel (m): 10
Dificultad: media
Época ideal: primavera, verano, otoño
Fuente: No
Longitud: 22 km
Tipo de ruta: a pie