Las Perdices del Domingo
Las perdices del domingo
Delibes escribió:
Domingo tras domingo, en otoño y en invierno, el cazador sale al campo en pos de las perdices, unos días con suerte y otros sin ella, pero, en todo caso, las perdices disminuyen en la percha y en el campo, con lo que no descarto que estas páginas, al correr de los años - tampoco demasiados - puedan ser la constatación de un proceso devastador en virtud del cual , Castilla se fue despoblando de pájaros, como siglos atrás se despobló de bosques. El tiempo hablará y no tardando. De momento, aquí queda, como un documento fehaciente y nostálgico, este diario puntual donde he ido consignando pacientemente, a lo largo de cuatro años, mis inefables aventuras dominicales
Las perdices del domingo es un libro de caza, autobiográfico, de los que escribió Miguel Delibes. Por poco conocido, no hay que pensar que es un libro más. El escritor cuenta en menos de 200 páginas, sus cazatas dominicales entre agosto del 74 y febrero del 78. Son años intensos para Delibes: muere su mujer en el 74, Francisco Franco en el 75, su hijo Adolfo caza su primera perdiz, el escritor tiene algunos contactos con la caza mayor... En este libro se da la peor apertura de temporada que había tenido Delibes en su vida y, a la vez, pisa el mejor cazadero que había conocido nunca. Practica otros tipos de caza, como la del pato en laguna o las avutardas.
Estas y otras muchas curiosidades nos las cuenta Delibes en Las perdices del domingo con el estilo sobrio y ordenado de siempre.
La ruta que se presenta a continuación consta de cinco pueblos por la provincia de Valladolid: Olmedo, Tordesillas, Villanueva de Duero, Villanubla y Villafuerte de Esgueva. Delibes los nombra en este libro como lugares de paso hacia otras regiones y provincias de España, como cazaderos habituales, como excusa para hablar de la climatología, para evocar su juventud… En ellos vuelve a descubrir la naturaleza, come con los amigos, ve ampliada la cuadrilla con algún hijo cazador, obtiene perchas exiguas, disfruta del campo.
Acercarse a estos pueblos a través de la ruta que se propone es revivir las experiencias que nos cuenta Miguel Delibes en Las perdices del domingo pero también es adentrarse en pueblos que han sido, de siempre, territorio Delibes. Es una nueva manera de conocer los paisajes, animales, plantas, costumbres y el lenguaje rural que conoció Delibes después de haberlos visto y escuchado en estas tierras de la provincia de Valladolid. Una ruta muy castellana, apegada a la tierra, que sirve para conocer mejor a Delibes y a algunos de los pueblos que nombra en este libro de caza que es Las perdices del domingo.