Turismo Provincia de Valladolid

Tordesillas posee un río caudaloso, arroyos, pinares, encinares, alamedas, llanuras, miradores, cerros y páramos... Por este sendero nos vamos hacia el Norte, hasta las estribaciones abundantes en cerros del páramo de los Torozos, esa gran llanura que llega hasta Palencia. La primera parte del trayecto no es la mejor, pues pasamos entre la autovía y el polígono industrial, pero es la tasa a pagar para ver luego increíbles panoramas. Recorremos campos de regadío para llegar a Villavieja, recostada junto al cerro de San Juan. Desde el porche de la iglesia admiramos la llanura turresilana. De nuevo en marcha, dejamos a la derecha un buen pinar y, cruzado el arroyo Callones y la carretera, subimos al cerro de Carracastro -o Carricastro- donde antiguamente hubo un poblado, como en el cerro de San Juan. Ahora hay una torre de vigilancia y un vértice geodésico escondido entre los pinos. Pero lo mejor de este cerro es el panorama que se divisa. No sólo Tordesillas, distinguimos también Serrada, las torres de Matapozuelos y la Seca, Pozaldez, la ermita de Nava del Rey, y campos y más campos. Y si coincidimos con una puesta de sol, es como para extasiarse. No es necesario que demos la vuelta por donde hemos subido. Podemos bajar directamente por un sendero que sale en la parte Oeste y baja hasta un pinarillo que se divisa abajo, al Suroeste. Y ahora volvemos por un ramal de la cañada real leonesa, aquí conocida como de Torrelobatón, una de las más transitadas por el ganado merino durante siglos, que viene desde los montes de León. Medio escondido en la maleza del lado izquierdo descubrimos un viejo pozo con su abrevadero. Fue construido por los pastores de Tordesillas. Y ya estamos de vuelta. Los asendereados caminantes nos podemos reponer con una ración de leche helada Baonza, que solo se elabora en Tordesillas.