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Junto al río buscamos el cordel de la Isla, que nos indica el camino a seguir en esta ruta. Una vez encontrado no tenemos más que seguirlo sin desviarnos de la orilla del Pisuerga. Cordel es un tipo de vía ganadera, lo que indica la utilización de este camino.
Primero disfrutamos de un paseo ligeramente elevado sobre el río y la orilla opuesta, que contemplamos con detalle si los árboles no tienen hoja. Luego se abre una separación entre nuestro camino y el río, que es aprovechada como campo de cultivo. También abundan almendros y árboles frutales, entre los que distinguimos un viejo e inmenso moral. Todo esto antaño fue zona de huertas.
Después de pasar junto a una zona de chalets, nos encontramos a la altura de la Isla y volvemos a la orilla para alcanzar la Central de la Isla, que aprovecha el salto de las viejas aceñas de Zamadueñas. Estamos en una fértil ribera, conocida como Vega de Arriba.
Ahora paseamos bajo una alameda. Nos llama la atención lo corpulento de los troncos, la grandeza de estos árboles que milagrosamente no han sido cortados para madera. No sabemos a que se debe, pero nos alegramos y aprovechamos su sombra y protección para descansar un poco. Por cierto, en toda esta zona la orilla es de fácil acceso, ya sea para pescar o pegarse un baño, o simplemente disfrutar de su proximidad. Enfrente, arriba, pasa el Canal de Castilla y en el recodo vemos lo que parece una estación de aforo y una tupida alameda.
La senda gira como el río, hacia el Sureste. Ahora podemos volver por tres caminos diferentes que salen a la derecha, pues todos nos conducen hasta Santovenia. Elegimos el segundo que, al llegar a una urbanización, nos lleva entre campos de labor. (El tercero llega hasta el puente del ferrocarril sobre el Pisuerga y, junto a la vía, nos conduce de vuelta)
Circular: Sí
Desnivel (m): 10
Dificultad: baja
Época ideal: cualquiera
Fuente: No
Longitud: 7 km
Tipo de ruta: a pie, en bici